Mensaje de la “Dirección de Relaciones Internacionales del Frente Democrático” a los partidos, estructuras políticas y movimientos populares del mundo sobre el reconocimiento internacional del “Estado de Palestina”

Sep 3, 2025

Resultado de la resistencia de nuestro pueblo, sus sacrificios y las movilizaciones populares de los pueblos libres del mundo

Las relaciones internacionales han sido testigo de una serie de reconocimientos de Estados, tanto individuales como colectivos, mientras que el pueblo palestino permaneció solo esperando la creación de su Estado, a pesar de que ya fue mencionado hace 78 años, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó, el 29 de noviembre de 1947, la Resolución 181, conocida como el Plan de Partición de Palestina. Esta resolución establecía dos Estados: uno judío y otro árabe. El primero impuso su control mediante el terrorismo, las masacres y el apoyo colonial occidental, mientras que la creación del Estado palestino se vio obstaculizada por la complicidad internacional, la negativa de Israel y su ocupación, considerada la última ocupación colonial y de expulsión en el mundo.
Hoy, en el contexto de la guerra de exterminio perpetrada por Israel, en plena asociación con Estados Unidos y con el apoyo de varios países occidentales, nuestro pueblo sigue con atención las informaciones sobre algunos Estados europeos que buscan reconocer el Estado de Palestina durante las próximas reuniones de la Asamblea General de la ONU. Consideramos que estos reconocimientos constituyen un paso fundamental para establecer una solución equilibrada al conflicto, garantizando al pueblo palestino su derecho a la libertad y a la autodeterminación, en un Estado independiente y plenamente soberano dentro de las fronteras de 4 de junio de 1967, con Jerusalén como su capital, y asegurando el derecho de los refugiados palestinos a regresar a sus hogares y propiedades de las que fueron desplazados desde 1948.
Los reconocimientos internacionales del Estado de Palestina, que obtuvo el estatus de “Estado observador no miembro” en la ONU en 2012, deben considerarse resultado de la resistencia, la perseverancia y los sacrificios del pueblo palestino, así como de las movilizaciones populares organizadas y apoyadas por los pueblos libres del mundo, defensores de la libertad, la justicia y la democracia. Hoy se les llama a continuar su lucha de todas las formas posibles, tanto hacia los países que han declarado su intención de reconocer a Palestina para consolidar este paso, como hacia aquellos que aún no lo han hecho, instándolos a tomar esta decisión. Confiamos en que las movilizaciones populares de las fuerzas de libertad en Europa y en todo el mundo ejercerán finalmente presión sobre los gobiernos correspondientes para que reconozcan al Estado de Palestina.
El reconocimiento del Estado de Palestina constituye la corrección de un error e injusticia histórica que el pueblo palestino ha sufrido durante décadas. Es un paso coherente con el derecho internacional y un cumplimiento de la resolución de la Asamblea General de la ONU de septiembre de 2024, que instó a Israel a poner fin a su “presencia ilegal en los territorios palestinos ocupados” dentro de los 12 meses siguientes, de conformidad con la opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia de julio de 2024, que confirmó que “la presencia continua del Estado de Israel en los territorios palestinos ocupados es ilegal”.
Señoras y señores, queridos camaradas:
Aunque el plan de anexión de amplias zonas de Cisjordania ha sido la única estrategia en la agenda del gobierno fascista de Israel desde 2022, con todo lo que ello ha implicado en términos de asesinatos, desplazamientos, limpieza étnica, colonización y demolición de viviendas, nos enfrentamos a nuevas batallas contra este plan. Israel ha declarado públicamente su intención de imponer la llamada “soberanía israelí” sobre Cisjordania o grandes partes de ella, lo que representa un desafío no solo para el pueblo palestino y la voluntad de la comunidad internacional, sino también para los Estados que han reconocido o se preparan para reconocer al Estado de Palestina.
Nuestro pueblo saluda y aprecia a los países que han reconocido o reconocerán al Estado de Palestina, pero expresa su asombro ante la postura de algunos Estados que persisten en una política de hipocresía respecto a la causa palestina. Para evadir esta responsabilidad política, legal y humanitaria, condicionan el reconocimiento del Estado de Palestina a las negociaciones, a pesar de invocar constantemente la “solución de dos Estados”. Esto demuestra su complicidad, no solo en el apoyo a los crímenes de la ocupación, sino también en impedir que el pueblo palestino viva en paz, en un Estado independiente y soberano sobre su tierra, libre de ocupación y dominación.
Condicionar el reconocimiento del Estado de Palestina a negociaciones y arreglos políticos, como hacen Estados Unidos y otros países occidentales, constituye el colmo de la duplicidad política, protegiendo a quienes están reclamados por tribunales internacionales. ¿Qué negociaciones son posibles después del reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel por parte del presidente estadounidense, del traslado de su embajada allí, del cierre de la oficina de la OLP en Washington, del bloqueo financiero y político a UNRWA, del reconocimiento de la anexión del Golán sirio, de la legalización de los asentamientos y del supuesto derecho de Israel a anexar amplias zonas de Cisjordania para crear el proyecto de la “Gran Israel”?
Desde la Dirección de Relaciones Internacionales del Frente Democrático para la Liberación de Palestina hacemos un llamado a los partidos políticos, instituciones legales y movimientos populares a continuar sus esfuerzos para atraer la atención de la comunidad internacional hacia la imposición de sanciones contra Israel y su aislamiento, obligándolo a derogar las leyes y decisiones que violan el derecho internacional y la Carta de la ONU, especialmente contra UNRWA y varias instituciones de la ONU. Asimismo, solicitamos medidas concretas para apoyar al Estado de Palestina y permitirle ejercer sus derechos sobre su territorio, libre de toda forma de ocupación y dominación. Rechazamos todas las alternativas, incluidos los planes Trump–Netanyahu y el proyecto de la “Gran Israel”, y reafirmamos que la ocupación y la colonización constituyen violaciones del derecho internacional y de las resoluciones de la ONU, que deben cesar de inmediato.